top of page
Perfil web.jpg

Un poco de

info sobre mí

Bernardo Ignacio Criscuolo, diseñador y músico, director creativo de SoulBird DG.

Soy para algunos Berni y para otros Nacho. Tengo 36 años y desde muy chico descubrí en el dibujo un arma potente de comunicación que me llevó en 2002 a estudiar la carrera de Diseño Gráfico en la FADU (UBA). 

 

Me gradué en 2008, aunque ya trabajaba en el Departamento de Arte del Diario Clarín desde 2005, experiencia gracias a la cual me sumergí en el mundo del diseño editorial. En el diario aprendí la importancia del diseño en su aspecto interdisciplinario, a tomar parte activa en el trabajo en equipo y a lidiar con la responsabilidad y el vértigo del deadline. Mientras tanto, trabajé de manera independiente y colaboré en un estudio de diseño para campañas en Argentina y México.

En 2014 decidí despedirme de Clarín para dedicarme de lleno a mi propio proyecto. 

 

Soulbird Design nace del concepto de volar libre para explorar con pasión la creatividad del diseño. Desde entonces, encaro mi carrera freelance con la misión de embellecer cada proyecto como si fuera propio. 

 

Mi manera de trabajar es diseñar a conciencia y ofrecer soluciones a medida. Escuchar y enfocar las inquietudes para aportar ideas y reforzar las líneas conceptuales.  Ser expeditivo con los tiempos y práctico en las resoluciones. Mantener el ojo atento para detectar tendencias e influencias. 

 

Cada trabajo es un desafío nuevo para resolver: gracias a eso mi portfolio es ecléctico y mis creaciones van desde el desarrollo integral de identidad visual, campañas de producto, publicidad, packaging y merchandising, hasta afiches, tapas de discos, cuadros originales y más.

El "uccellino" de Soulbird

El concepto de la marca y su logo, esconden una pequeña historia familiar.

Mi nonno Vincenzo Criscuolo, nació en 1910 en la ciudad de Polla, provincia de Salerno, Italia.

Llegó a la Argentina en los años 50 con la nonna Lucía y la postguerra a cuestas, como en tantas otras familias.

 

Por lo que se decía en la nuestra, él había tenido un gran don para el dibujo. Incluso había ganado algún que otro premio en su pueblo.

Con el tiempo la necesidad de trabajar lo llevó a hacerse de abajo en la carpintería. Resultó tener un fino gusto y grandes dotes para el oficio de la ebanistería, lo cual se convirtió en el trabajo de su vida.

 

Pero, cada tanto, el Nonno encendía la chispa de su dibujante interior y

tenía un truquito que le encantaba mostrar a los demás:

 

Disfrutaba de sorprendernos dibujando un uccellino (pajarito) con un sólo trazo, sin levantar el lápiz. Era su distintivo. 

 

Cuándo yo era chico, había uccellinos dibujados por todos lados. Mi papá logró imitar el trazo con él tiempo, y hasta llegó a formar parte de su propia firma personal.

 

Al momento de pensar un nombre para este proyecto, se me vino a la cabeza el concepto de libertad por sobre todas las cosas. Libertad de ideas, de hacer lo que a uno le gusta, con pasión y volar sin atarse.

 

Como un pájaro. Como Soulbird.

Instantáneamente recordé aquel Uccellino del nonno, y pasó a formar parte del logo… y de un legado que significa mucho para mi.

Uccellino.jpg
bottom of page